El teatro como forma de crecer y madurar
La adolescencia es una etapa de crecimiento y descubrimiento en la que necesitamos aprender a expresar las emociones. El teatro supone una valiosa ayuda para desarrollar las habilidades sociales y comunicativas.
En una edad en la que los jóvenes necesitan reforzar su autoestima y perder el miedo a manifestar abiertamente sus sentimientos y emociones de una manera adulta, las clases de la Escuela de Teatro ofrecen una magnífica oportunidad de desarrollo y crecimiento personal. Con la ayuda de los profesores y sus propios compañeros, los alumnos aprenden a conocerse y aceptarse a sí mismos a través del arte escénico, descubren cómo potenciar las habilidades sociales, vencen los miedos y la timidez, y mejoran sus relaciones personales.
A través de una cuidada selección de las obras que trabajamos en colaboración con los alumnos, tenemos la posibilidad de recrear la realidad y las circunstancias del mundo que están empezando a descubrir mediante historias y personajes ficticios, pero siempre conectados de alguna manera con sus vivencias. Además, al tratarse de una actividad multidisciplinar, el teatro les ayuda a desarrollar el interés por otras manifestaciones del arte y la cultura.